Una nueva realidad se presenta en la gestión del agua industrial. Nos enfrentamos a un futuro inmediato en el que las restricciones ambientales, legislativas y económicas, están enfocadas, cada vez más, a proteger este recurso.
La industria emplea en torno al 20% del agua dulce extraída en el mundo.
El agua interviene en prácticamente en todos los procesos industriales, bien sea como fluido térmico, ingrediente directo del producto o en utilidades básicas como lavar, disolver, enjuagar, etc.
¿Qué determina la nueva gestión del agua industrial?
Hay tres factores que están cambiando la realidad del agua en la industria:
El cambio climático: Sus devastadoras consecuencias se hacen visibles cada día alrededor del planeta. Las sequías, los deshielos de los casquetes polares y los glaciares, las tormentas e inundaciones ponen en constante peligro el suministro.
El crecimiento demográfico: El rápido incremento de la demanda de este recurso por el crecimiento de la población, y la concentración de ésta en grandes zonas urbanas que usan ingentes cantidades de recursos hídricos, ponen en jaque a las estructuras y los procesos tradicionales.
La sensibilización del consumidor: La población tiende a una sensibilización sobre el uso del agua, y en consecuencia, su intención de compra y uso de servicios, discrimina a las empresas que no son responsables con la nueva realidad de los recursos hídricos.
El uso del agua en la industria será cada vez más limitado y costoso:
Todo este contexto, plantea en la industria la necesidad de apostar por la sostenibilidad cada vez más, no solo por protección de los ecosistemas y la biodiversidad, sino porque los costos (las inversiones para su uso y también los costos operativos en los que repercute) serán cada vez mayores, por simple ley de oferta y demanda.
Para solventar esto, la industria debe conocer y seguir con precisión cada gota de sus consumos, aprovechando las tecnologías de control y mediante la instalación de puntos de medición (cuantitativos y cualitativos) que hagan posible un nuevo manejo del agua.
Gracias a la conectividad, la captación de datos precisos y la gestión de la información que facilitan el análisis de los procesos industriales, se pueden tomar ahora, más fácilmente, las decisiones necesarias para un consumo más sostenible basados en:
- Identificar y cuantificar los puntos de mejora.
- Aumentar la calidad del agua en los procesos.
- Reducir el uso directo, aumentando así el ahorro en los costes de producción.
- Aplicar medidas y soluciones técnicas que sean eficientes y económicas.
- Reutilizar en la medida de lo posible.
- Devolver al ambiente las aguas en óptimas condiciones.
De esta manera, todos los equipos y los procesos se orientarán a operar de una forma más eficiente y efectiva en cuanto a los recursos hídricos, y el consumidor responsable, será el que premie con su consumo esta nueva gestión.
Hacer el agua más potable, eliminar patógenos, reducir sólidos, metales pesados o reutilizar las aguas residuales tratadas, son acciones prioritarias que permiten la mejora de la relación de la industria con el agua y en consecuencia se traducen en beneficio económico y medioambiental.
La nueva realidad del agua en la industria requiere que se optimicen los recursos mediante soluciones diseñadas y adecuadas a cada empresa o sector.