¿Son las piscinas un lugar seguro frente al coronavirus? ¿Cómo saber si el tratamiento ha eliminado correctamente el COVID-19? ¿Hace falta ajustar las cantidades de cloro para prevenir los contagios en el agua?
La temporada de piscinas se acerca con la llegada del buen tiempo, y algunas personas ya están pensando en preparar sus piscinas para disfrutar de ellas durante el confinamiento. ¿Sabes cómo hacerlo correctamente?
Dada la situación excepcional que estamos viviendo, es muy probable que este verano tengamos que cambiar algunas de nuestras costumbres de baño, y aunque aún es pronto para saber a qué restricciones específicas nos enfrentaremos, sí podemos tomar medidas y aplicar las mejores prácticas o procedimientos en los tratamientos de agua, que garanticen la higiene y la seguridad de nuestras piscinas.
La solución no es “echar más cloro”
Muchas informaciones recientemente publicadas, indican que lo mejor es incrementar la cantidad de cloro para asegurarse de eliminar definitivamente el virus del agua.
Sin embargo, es un consejo que debemos descartar, pues no por más cantidad de químicos tendremos una mejor calidad de agua.
Si los mantenimientos de las piscinas y sus equipos no se hacen de manera correcta y por el personal especialista, puede acabar siendo peor el remedio que la enfermedad.
Ciertamente, el cloro ha demostrado ser un remedio eficaz, pero no olvidemos los efectos nocivos que puede tener para la salud la saturación excesiva de productos químicos en el agua, como reacciones de la piel o en los ojos, y especialmente el daño que pueden hacer las temidas cloraminas en nuestro aparato respiratorio.
Recientemente ASOFAP (La asociación española de profesionales de la piscina) publicó una nota técnica con indicaciones para el mantenimiento de las piscinas frente al COVID-19, en la que se nos recuerda que “con un nivel de cloro libre de ≥0.5-1 mg/l el agua no solo está desinfectada, sino que también tiene potencial desinfectante para eliminar cualquier virus o germen que pueda entrar en el agua”
¿Entonces puedo usar la piscina de mi casa con toda seguridad?
Si tu piscina doméstica cuenta con un dispositivo de electrólisis salina, es decir, que genera cloro libre automáticamente a partir de sal disuelta en el agua de la piscina, puedes tener la seguridad de que el agua está en un estado óptimo para el baño, siempre y cuando, durante el invierno y la primavera se hayan realizado los mantenimientos necesarios y estén debidamente certificados por la marca, el distribuidor o la empresa instaladora.
¿Y las piscinas comunitarias?
Aún es pronto para saber qué medidas tomarán las administraciones con respecto al baño en piscinas públicas, pero en todo caso, es posible que haya que ampliar el espectro de desinfección y maximizar la seguridad, por lo que lo ideal es ir optimizando los sistemas y automatizando los controles en la medida de lo posible.
En los casos de piscinas de comunidades, de hoteles o de centros deportivos de uso público, siempre se recomienda automatizar el proceso de dosificación de productos químicos y su control, para evitar errores derivados de la desinfección manual.
Esta temporada, más si cabe, será imprescindible contar con un servicio técnico profesional que pueda medir correctamente los parámetros del pH y el resto de valores que cumplan las normativas actuales y las nuevas exigencias frente a la amenaza del virus Covid-19.
Las piscinas pueden ser un entorno seguro y probablemente sean unos de los espacios lúdicos más esperados tras este confinamiento. Si queremos disfrutar de ellas debemos prepararnos desde ya, para hacerlo con toda la seguridad y las garantías.