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Mantenimiento e higiene de los equipos de tratamiento de agua en tiempos de COVID-19

¿Están los equipos de tratamiento de agua preparados para afrontar la pandemia? ¿Qué importancia tiene el mantenimiento, la desinfección y la higienización de las unidades de tratamiento y control del agua en esta crisis sanitaria? 

 

La COVID-19 está siendo un punto de inflexión en nuestras vidas y ha provocado cambios en nuestros hábitos de higiene y consumo de agua. Hoy más que nunca, se hace patente la necesidad de tener acceso a un agua de calidad, que garantice la seguridad de las personas que hacen uso de ella, tanto en hogares como en centros de trabajo.

 

Durante esta cuarentena, muchos locales comerciales o edificios públicos han estado totalmente deshabitados, pero ahora que llega la desescalada, y empezamos a retomar la actividad normal, es necesario verificar la potabilidad del agua y extremar las medidas higiénicas, sobre todo si se ha producido un estancamiento de agua en el interior del sistema que haya podido provocar un crecimiento bacteriano.

 

Tal es el caso de los equipos de ósmosis doméstica y descalcificación de segundas residencias que han estado vacías durante una larga temporada, o los que están instalados en despachos, oficinas, colegios, residencias o cualquier otro espacio que debido al estado de alarma y a el confinamiento se haya quedado deshabitado. 

 

¿Cuál es el mantenimiento recomendado de los sistemas de tratamiento de agua durante la desescalada de la COVID-19?

 

Dada la situación actual, el mantenimiento debe abordarse tomando en cuenta dos factores principales: 

 

  • Que durante la potabilización del agua existen procesos que inciden específicamente en los virus, incluyendo también este tipo de coronavirus, como la ozonización y la cloración, por lo que según la OMS y los estándares europeos, el SARS-CoV-2 no se encuentra en la red de abastecimiento de nuestras ciudades, sin embargo, es un virus que puede permanecer activo en algunas superficies hasta 9 horas. 

 

  • Si el descalcificador o el sistema de ósmosis ha estado sin funcionamiento  durante un periodo prolongado, nos enfrentamos además al riesgo de contaminación por bacterias como la Legionella pneumophila.

 

Tomando en cuenta esto, se recomienda: 

 

  1. Realizar una higienización de superficies que hayan podido ser contaminadas por la misma manipulación del usuario, con productos a base de etanol o peróxido de hidrógeno. 
  2. El caso de los depósitos de sal, hacer una desinfección aplicando una solución a base de  hipoclorito de sodio.  
  3. Verificar si hace falta reemplazar los filtros y membranas de los equipos de ósmosis inversa o equipos de descalcificación que hayan estado en reposo durante 4 semanas o más. 
  4. Durante o la limpieza externa, es necesario mantener las medidas de seguridad, usando guantes y mascarilla desechables, además de lavar  las manos antes y después del proceso.
  5. Tras la sustitución de los recambios de elementos filtrantes se deben realizar los controles para comprobar la calidad del agua. 

 

La salud de las personas es ahora la prioridad, tanto para los colectivos y empresas como a nivel particular y familiar. 

 

Con un simple gesto se puede preservar la calidad del agua, solo hace falta hacer correctamente los mantenimientos e higienizaciones recomendadas si tenemos instalado un equipo de ósmosis inversa, o de descalcificación mediante resinas de intercambio iónico.

 

Para garantizar que los equipos siguen dispensando un agua que cumple los parámetros de potabilidad exigidos en la normativa nacional vigente (Real Decreto 140/2003) lo mejor es encargar esta tarea a un equipo técnico especializado que además pueda cumplir con  las condiciones higiénicas adecuadas haciendo uso de las EPIS y demás medidas para evitar la proliferación del virus. 

 

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